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La primera mitad del siglo XIX fue uno de los periodos más convulsos de la Historia de España. La Guerra de la Independencia, el inicio de la emancipación de las colonias, la proclamación de la primera constitución en 1812, el Trienio Liberal y la posterior restauración fernandina son algunos de los acontecimientos que marcan de manera definitiva la creación artística de principios de siglo. Pese a esta complicada fenomenología, surge en España un verdadero Romanticismo musical, ya sea a través de los muchos compositores condenados al exilio por sus ideas, y que recibieron influencias de los grandes compositores de la época; o bien a través de los que se quedaron en el país cultivando las formas musicales populares hasta alcanzar elevados niveles de calidad artística. Una música desgraciadamente poco conocida para el gran público, y que sin embargo tuvo un gran éxito en la Europa decimonónica, editándose y estrenándose en muchos países.

Ardua y complicada ha sido la tarea de escoger las obras y los compositores para este proyecto, ante la ingente cantidad de autores y canciones, y la gran calidad de muchas de ellas. Es precisamente la calidad uno de los criterios de selección elegidos, pero también hay otros elementos que hemos tenido en cuenta. Uno de ellos es la relevancia que tuvieron ciertos compositores u obras en el momento, ya que nos parece de justicia histórica recoger en este disco el trabajo de quienes obtuvieron éxito y popularidad en su día. Pero por encima de ello, la pretensión principal de este proyecto es dar a conocer el trabajo de una serie de compositores de gran calidad e influencia en la música posterior que han caído en el olvido, y cuyas obras son totalmente desconocidas incluso para los profesionales de la música; obras que conforman la base del género lírico español por excelencia, la zarzuela, y de la canción española del siglo XX, que no hubiese podido existir sin la labor de composición, crítica e investigación de estos músicos.

Las canciones de los primeros años del siglo XIX plasman la transición entre la tonadilla escénica de finales del siglo XVIII, practicada prolíficamente por Blas de Laserna y Pablo del Moral entre otros, hacia la zarzuela entendida como teatro musical en castellano. De hecho, es en la década de 1840 cuando se inician las polémicas sobre la «ópera nacional», un debate que no hubiese surgido si durante los primeros años del siglo XIX no se hubiese cultivado una canción española propiamente dicha, con gran diversidad rítmica, amplias posibilidades interpretativas, e influencias que proceden tanto de dentro como de fuera de España (véase por ejemplo la canción de estilo neoclásica, o posteriormente la canción morisca en Andalucía).