Comisiones de trabajo

Arqueología musical. Presentación y contacto

La Arqueología Musical pretende entender los comportamientos musicales de la Prehistoria, la Antigüedad, la Edad Media y las culturas precolombinas, basándose principalmente en el registro arqueológico e iconográfico, y en los casos en los que es posible, en las fuentes escritas antiguas (musicales y extramusicales). Esta disciplina intenta ofrecer datos sobre un amplio periodo de la historia de la música, hasta el momento poco considerado por la Musicología tradicional y la Etnomusicología, más interesada por los procesos sincrónicos.
La gran cantidad de materiales arqueológicos existentes que demuestran la importante presencia de la música en las culturas pasadas hace necesaria la consolidación de una disciplina con una significativa especialización metodológica y teórica. Por lo tanto, consideramos que es necesario unir la labor investigadora tanto de musicólogos, como de arqueólogos, para poder proponer metodologías interdisciplinares que permitan profundizar en este complejo campo de estudio, siguiendo el ejemplo de otros grupos internacionales. De hecho, el primer intento moderno para unir las dos disciplinas tuvo lugar en 1977, fruto de una conferencia de la International Musicological Society en Berkeley. En ese momento se creó el ICTM Study Group for Music Archaeology, reconocido por el ICTM en 1983. De este grupo surgió también el mayor grupo de estudios actual de Arqueología Musical que tiene como sede el Instituto Arqueológico Alemán y el Museo Etnográfico de Berlín, el ISGMA (International Study Group for Music Archaeology). Además de estos dos grandes grupos, se han ido formando otros por todo el mundo dedicados al estudio de la música arqueológica, como el MOISA (International Society for the Study of Greek and Roman Music and its cultural heritage) con sede en Italia; Paleophonics Project, ICONEA (International Council of Near Eastern Ethnomusicology) o Archaeoacustics in Britain, los tres con sede en el Reino Unido; el International Study Group of Asian Music Archaeology, de China, o el APEMUTAM (Association pour l'étude de la musique et des techniques dans l'art médiéval) en Francia. Todos estos grupos están en activo y celebran reuniones anuales o bianuales que permiten compartir los últimos descubrimientos y avances en la investigación de Arqueología Musical, así como unir los esfuerzos de musicólogos, arqueólogos, filólogos y constructores de instrumentos musicales.
Por otro lado, se han realizado sobre este tema varias tesis y trabajos de investigación de gran importancia, publicaciones tanto en volúmenes individuales (congresos, exposiciones, etc.) como en revistas internacionales con importantes índices de impacto, así como la edición de números especiales dedicados a la Arqueología Musical en revistas científicas de investigación tanto de índole arqueológica: World Archaeology (Special Archaeomusicology) 12, 3, en 1981, Les Dossiers d'Archéologie (La musique dans l'Antiquité) 142, en 1989, Les Dossiers d'Archéologie (La Musique au Proche-Orient Ancien) 310, en 2006, o Les Dossiers d'Archéologie (Musique à Rome) 320, en 2007; como musicológica: Acta Musicologica 57, 1, en 1985, o el número dedicado a la Arqueología Musical del Yearbook for Tradicional Music 41, en 2009, con Adje Both como editor invitado.
En la Península Ibérica, la historia de la Arqueología Musical ha tenido un desarrollo muy lento, con una actividad casi nula durante casi todo el siglo XX, hasta llegar a los años 80 cuando esta disciplina comienza a estimular la atención de los investigadores provenientes de ambos campos. Destacan las aportaciones de arqueólogos españoles como Luis Pericot, Antonio García y Bellido, Blas Taracena, Guillermo Roselló Bordoy o Ignacio Barandiarán, y de musicólogos como Lothar Siemens o Rosario Álvarez, despertando hoy día, tras más de 30 años de pausado desarrollo, cada vez más interés por sí misma, pero sobre todo por la gran labor realizada por parte de una serie de estudiosos que se dedican actualmente a ella de forma plena, o casi, publicando y difundiéndola a través de congresos, conferencias, cursos, publicaciones, grupos de investigación, proyectos, etc., a pesar de las dificultades de todo tipo a las que se tienen que enfrentar día a día ya que esta materia todavía continúa siendo una gran desconocida para el público general y para gran parte de la comunidad científica peninsular. Es precisamente por esta razón que creemos necesario proponer la creación de una Comisión de Trabajo de Arqueología Musical que supla el vacío institucional y que acoja a los investigadores dedicados a la disciplina. Es por esto que la SEDEM sería el marco ideal para realizar una serie de actividades que situarían a la Península Ibérica en el mapa de la Arqueología Musical internacional.

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